El día 18 de Diciembre, nos llegó a todos los y las universitarias de
la UCLM una maravillosa carta donde el rector nos animaba "a disfrutar
de un merecido descanso con los tuyos,
agradeciéndote el esfuerzo que has realizado durante el año que ahora
termina". Pues será él con su familia, porque yo a mi familia y a mis
amigas y amigos los he visto más bien poco.

Nada
Estimado Rector: Que sepa usted, desde su torre de marfil inalcanzable,
que los estudiantes de la UCLM NO TENEMOS vacaciones de Navidad. Y no
las tenemos porque Su Ilustrísima no se digna a equiparar los exámenes
con los plazos de la mayoría de Comunidades Autónomas. Por esto, ni
tenemos vacaciones de Navidad (Porque tenemos trabajos y que estudiar
los exámenes) ni tenemos semana de descanso después de estos, ya que
terminan el día 23, y el día 26 empiezan las clases del 2º cuatrimestre.
Eso
sí, nadie duda que Don Hipócrita se habrá pegado unas vacaciones de
lujo, por eso no se acuerda de las de sus estudiantes. Es vergonzoso que
nadie, ni la Delegación de la UCLM, ni la Vicerrectora de Estudiantes,
ni ninguno de sus palmeros en la Torre de Marfil se hayan dado cuenta de
que las y los estudiantes de la UCLM NO tenemos el descanso que, por
ley, merecemos.
Para ello planteo tres opciones:
1.
No sea usted el más listo del lugar: Ponga los exámenes cuando los
ponen las universidades de verdad, que es en Febrero, y como mucho la
última semana de Enero. Así, los estudiantes de la universidad de la que
tan orgulloso se siente podrán tener unas vacaciones dignas.
2.
Si no es lo suficientemente listo, al menos tenga la dignidad de
comenzar las clases en Febrero. Porque después de mes y medio estudiando
intensamente dentro de los 5 meses ininterrumpidos de trabajo, qué
menos que una semanita de vacaciones...
3. Si no se ve
capacitado para hacer ninguna de las dos anteriores, ponga los examenes
antes del 22 de Diciembre, y no concurra en 2015 en la ilegalidad que
lleva cayendo desde que se instauró Bolonia, de negar el descanso a sus
estudiantes.
Y si no se ve capacitado para ninguna de las tres, dimita de una vez, que falta nos hace.