lunes, 30 de marzo de 2015

Si no me votas, me enfado y me convierto en Pera

Recuerdo cuando entre chavales en el colegio, cuando uno se enfadaba por algo que, a ojos del grupo, era una absurdez, todos los demás se le acercaban y le decían “pues yo me enfado y me convierto en pera” y conseguía arrancar una sonrisa al enfadado, que al final se daba cuenta de que no era para tanto.

Algo así parece que nos hace falta en los Ganemos, pero con mucha más seriedad. Y es que en las primarias, el pueblo reconoce a quienes trabajan en los frentes, a los que llevan años y años luchando por hacer de sus pueblos y ciudades un lugar mejor. Las primarias no entienden de coaliciones, ni de partidos, ni de siglas, ni por desgracia de trabajo interno. Las primarias ponen a cada uno en su lugar. 

Y estamos viendo como para mucha gente, tras las primarias de Ganemos, el “no me gusta mi puesto en las primarias, me voy” está siendo su eslogan y titular. Entonces, ¿para qué estás en Ganemos? ¿Para construir la unidad popular? ¿O para garantizarte el puesto los próximos 4 años? Porque aquí no hay trampa ni cartón, esto es lo que la gente ha decidido votar.

Al final, parece que “los baluartes de la nueva política” son los que más están defendiendo el máximo exponente de la antigua política. En qué quedamos, ¿pactamos puestos o hacemos primarias? Yo SIEMPRE he sido de la segunda, incluso cuando no estaba de moda. Y como creo en los proyectos, y en las ideas, por encima de las siglas y las personas, no me importa en qué posición de la lista esté, o si estoy o no. Sino transformar la sociedad.

Por eso tengo claro que me da igual quienes sean, en qué orden vayan o a qué organización, movimiento o partido pertenezcan quienes van en la lista, y el orden. Lo importante es el proyecto, lo importante es transformar la sociedad. A ver si abandonamos el personalismo de una maldita vez, y pensamos más en global, porque si no el próximo que se enfada y se convierte en pera soy yo.

martes, 10 de marzo de 2015

Por qué el 8 de Marzo es Día de la Mujer Trabajadora

Si alguien ve a Cospedal, Merkel o Susana Díaz celebrar el Día de la Mujer, seguramente se le pongan los pelos de punta. Porque así entendido, el día de la mujer no es más que un reconocimiento al hecho de haber nacido con dos cromosomas XX en lugar de XY. Una vez más vemos cómo, un día que surge como visibilización a una parte invisibilizada por el sistema, es corrupto por el propio sistema para servirlo a sus intereses.

Por eso es tan importante hablar de la MUJER TRABAJADORA, porque no se refiere sólo a las mujeres asalariadas que desempeñan un trabajo formalmente reconocido, sino a todas aquellas que, debido al patriarcado, desarrollan en su mayoría los trabajos de cuidados, de gestión del hogar, que aunque no estén remunerados ni reconocidos, ocupan una cuota muy importante del trabajo necesario para que la sociedad funcione, y sufren los ataques tan directamente como cualquier trabajador o trabajadora remunerado.

Reconocer el día de la mujer trabajadora es reconocer que Dolores de Cospedal, Margaret Thatcher, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Ana Botella, son una minoría dominante que invisibilizan al resto de mujeres y que provocan que, superficialmente, parezca que nos acercamos a la igualdad. Hacen valer así la excusa barata del "mérito" y de la "perseverancia" cuando en realidad, lo que transmiten es asumir las reglas del juego que imponen los hombres.

Pero ésta no es una igualdad real, jugar todas y todos con las normas de los hombres, ya que ellas no están defendiendo los intereses de las mujeres, sino los intereses de su clase dominante, y por ello quieren ser ellas el baluarte del 8M cuando deberían serlo las mujeres que cobran un 20% menos por hacer el mismo trabajo, las que trabajan en su hogar y soportan a su marido diciendo que él "trae el dinero a casa", las que luchan contra su doble explotación para estar en igualdad con los hombres que las rodean.

Por eso es tan importante recordarlo. Porque si olvidamos que no sólo hay que ser mujer, sino mujer feminista y trabajadora, para que se defienda realmente la igualdad y cambiemos las reglas del juego, porque no queremos que ellas tengan que luchar a contracorriente para conseguir lo mismo que nosotros, lo que queremos es cambiar las reglas del juego, cambiar el sistema, para que independientemente del sexo, cualquier persona tenga el mismo peso en la sociedad.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Lo de Tarajal claramente no eran caramelos

Es normal que la arrogancia de alguien que acumula alguna cota de poder, sea grande o pequeña, cabree a quienes les pagamos. Como bien ha dicho (lo único que ha dicho bien) el presidente de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, "todos los españoles somos, en el fondo, cómplices del trabajo que realiza el Instituto Armado en la frontera, por el que le pagamos con nuestros impuestos"

Foto: ABC.es
Y es cierto. Lo somos. Y lo somos porque en ninguna democracia moderna que merezca llamarse así, un cuerpo MILITAR se encargaría de la "seguridad" de la población CIVIL. ¿Nunca te has planteado por qué en ningún país con los que nos solemos comparar, existe un cuerpo como la Guardia Civil? Quizás porque, en 80 años, España ha cambiado más bien poco.

La soberbia de alguien que declara "En una cabalgata de Reyes Mayos se lanzan caramelos, confeti y serpentinas para ilusionar a la gente y la Guardia Civil tiene medios antidisturbios que le facilita el Gobierno para hacer su trabajo: quien espere que lance caramelos está muy equivocado" no es sino la consecuencia de los privilegios que este cuerpo tiene para el uso de la violencia gratuita, y la posesión preferente de la verdad, aún cuando las pruebas y los indicios estén en contra.

15 personas han pagado con su muerte las consecuencias de un estado que oprime y aplica la violencia indiscriminada por la nacionalidad o el color de la piel, que levanta vallas con cuchillas, apalea y dispara a seres humanos que solo quieren tener un futuro mejor. El pobre no tiene patria, el pobre tiene una familia que alimentar, quien no tiene futuro más allá del día de mañana, y quien además de todo esto, sufre la discriminación y el acoso de, cada vez, una parte más pequeña de la sociedad (por suerte)

Porque en tiempos de crisis, el nacionalismo es un caramelo que a quienes no tienen nada en su tierra les sirve para señalar a un enemigo más visible, con el beneplácito de quienes han hecho ser pobres a unas y a otros. Es por ello que tenemos que recordar que nuestro sitio está del lado de quienes, como nosotros, son nadie, no tienen nada, y luchan por vivir dignamente, y no con quienes, como este individuo, los señalan como ilegales, como enemigos, como carnaza a exterminar