2015 es el año de la Recuperación. Eso que se lo cuenten a los 12 enfermos de Hepatitis C que mueren cada día porque el gobierno se niega a darles tratamiento. Esto ya no es la vacuna de la gripe, que por mucho mal que nos haga, no nos puede matar. Esto es jugar de manera directa con la vida de las personas.
Imagina que tu padre, tu madre, tu hermano, tu abuela, tu hijo, tuviera un 95% de posibilidades de curarse de una enfermedad mortal con un medicamento que ya existe, que cuesta 60.000 euros, pero el gobierno no les paga el tratamiento. El mismo gobierno del PP que, junto con el PSOE, ha permitido que hasta el momento más de 10.000 millones de euros hayan sido presuntamente robados al Estado en casos de corrupción.
Sólo con el dinero que se ha robado en este país, se podrían pagar tratamientos a casi 170.000 personas. Y eso sin contar con los despilfarros legales como la Torre del Vino, el Castor, los aeropuertos sin aviones, el gasto en material bélico, la financiación a la iglesia o las obras de Calatrava&Cía.
¿Es éste un problema puntual? Tampoco lo creo así. Y es que la Sanidad Pública Universal no es tener una cama cutre de hospital donde morirte. El estado debe garantizar la mejor sanidad posible a sus ciudadanos, y más a los que están en riesgo mortal si no lo hacen. Pero sin embargo, Cospedal ha privatizado el mayor proyecto de hospital de Castilla-la Mancha en un abrir y cerrar de ojos, para beneplácito supongo de sus amiguetes, y los de su marido.
Cuando me preguntan por qué la "sanidad privada" no debe existir, siempre respondo con una clave: porque con la vida no se comercia. Porque no debemos poner precio a las resonacias, a las quimioterapias, al Sovaldi. Porque la salud de tod@s no está para que se enriquezcan unos pocos, sino para el bien común.
Porque el hecho de que las farmaceuticas coticen en bolsa y obtengan beneficios no diagnostica sino que esta sociedad está enferma. Y somos los enfermos, luchando, los que la debemos curar.
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