Que las instituciones del estado
están corruptas y al servicio de los intereses del capital privado no es ningún
secreto para nadie. Que muchas de
nosotras y nosotros somos cómplices sin saberlo de los beneficios que obtienen
los que viven de parasitear lo público, también.
Pero el colmo llega cuando,
delante de tus narices, sin informarte ni consultarte, te roban en la cara.
Esto es lo que nos pasa a todas y todos los alumnos de la UCLM cuando, al
formalizar nuestra matrícula en dicha entidad, automáticamente y sin requerir
ningún consentimiento se nos suscribe en
un seguro privado anual con importe de 7.77 (búscalo en tu matrícula) y que
la UCLM acuerda con una entidad desconocida (supongamos, el Santander) y de cuyas
“ventajas” informa como beneficios de la universidad.
Independientemente de que como
estudiantes, ya tenemos nuestro seguro
(1,12 euros anuales) que pagamos con la matrícula, no tendría sentido
suponer que sirva para cubrir posibles contingencias o accidentes, ya que
precisamente para eso contamos con el
seguro escolar. Entonces, ¿qué intereses puede tener la UCLM en que todas
sus estudiantes estén aseguradas y asegurados en una entidad privada? Como universidad pública, NINGUNA.
Como entidad pública al servicio
del poder financiero, es simplemente una forma más de que unos estudiantes que
cada vez tienen más dificultades para pagar su matrícula, puedan ser exprimidos
un poco más para que la “entidad desconocida” obtenga 7.77 euros por cada uno de los casi 32.000 estudiantes que la
universidad ha matriculado este año, lo que hace que dicha entidad se gane unos 250000 euros anuales por la
patilla. No olvidemos que hay algo que todos los campus de la UCLM tienen
disponible, y NO es una titulación importante, NO es un programa de becas, NO
es un método democrático de representación, sino una oficina del Banco Santander.
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